La Kunoichi

Una Kunoichi, al contrario de sus compañeras del mismo sexo, que debían obedecer ciegamente a su señor (samurai), era considerada un guerrero Ninja, su sexo no constituía una discriminación.
Una mujer tenía la ventaja de su sexo y podía seducir con facilidad a cualquier enemigo, cosa que los hombres no podían hacer. Convertidas en espías seducían a los enemigos para obtener información o para matarlos cuando se mostraran más indefensos.

Por eso cuanto más hermosa, más efectiva. El entrenamiento de una Kunoichi era similar al del hombre, se especializaban en envenenamientos y tenían amplios conocimientos de Yagen (farmacología), estos venenos eran extraídos de minerales, plantas, vísceras de animales, etc.

También eran especialistas en gases tóxicos y productos urticantes. En cuanto a las armas, la Kunoichi utilizaba de preferencia la espada Shinobi Ken la cual era más pequeña que la del samurai y podía ser usada con mayor facilidad para su ocultación y en los disfraces, y gracias a su pequeño peso, eran manejadas diestramente por las Mujeres Ninja. También manejaban a la perfección el Ninjato, los shuriken, el tanto, las tetsubishi, el kansashi ( varilla muy afilada que servia para sujetar su cabello y que poseía un canal a los lados para llevar el veneno que se inoculaba al clavarlo en el enemigo), una tela de unos 1,5 mts o 2 mts en cuya punta existía una bola o pesa, la cual llevaban atada en la cintura como parte de su vestido, el nekote o garras de gato utilizadas como dedales terminados en punta y usados en los 5 dedos, los zapatos de madera o suela dura los empleaban cogiendolos con la mano para parar ataques de hojas, lanzarlos como Shuriken o golpear en las articulaciones, el paraguas se utilizaba para frenar los ataques de mano y ocultar los ataques, el tessen o abanico de hierro el cual era usado por los samurai en batalla cuando perdían su katana, a diferencia del Tessen de la Kunoichi que era de madera y tela excepto las varillas centrales que eran acero afilado y embutido en veneno para poder matar con un simple corte, además de manejar el Kaiken (daga muy pequeña que servía para punzar, cortar o arrojarla como un shuriken) y cualquier cosa que las rodeara o tuvieran a mano.

El entrenamiento de una Kunoichi era muy riguroso: velocidad, equilibrio, fortaleza, agilidad y resistencia eran los aspectos que más se trabajaban; astucia, variedad de recursos, resolución y disciplina eran parte del régimen mental, además de estudiar los métodos de seducción, hasta el punto de ser capaces de seducir a cualquier persona, hombre, mujer, niño o príncipe para conseguir sus fines, pero no solamente se formaban en el arte de la Guerra, sino también en otras artes como la música, la danza, el canto, etc... Antiguamente podían pasar tanto por campesinas como por altos cargos de la nobleza. Hatsumi Sensei dice que el mayor arma de la Kunoichi esta en su delicadeza como mujer, la feminidad al moverse, su mirada y gestos.

Utilizaban tácticas Kisha (deseo sexual) que consistían en minar lentamente la voluntad de cualquier hombre satisfaciendo todos sus deseos, con el fin de que confiara ciegamente en ella.
Provocaba celos y enfrentamientos entre los miembros de un mismo clan enemigo, para dividirlos, para que se traicionaran unos a otros o robarles secretos. En el mejor momento se evadía y nunca más se sabía de ella.
Agujas y dardos pequeños eran escondidos en la boca, en pequeñas cañas que hacían de cerbatana (Fukíya), con el fin de lanzarlas en momentos inesperados o clavarlas durante una unión afectiva. También eran buenas arqueras, usaban flechas incendiarias, explosivas y envenenadas.

En sus bellos Kimonos o vestidos escondían cualquier tipo de armas Buki y los utilizaban como adornos de decoración para el cabello, como broches del traje, zapatos, etc. Se cree que los comienzos de la Gyokko ryu fueron creados por una mujer, por los movimientos circulares y el uso de la No fuerza.
En su entrenamiento también aprendían a captar los puntos débiles de una persona para seducirlo fácilmente, eliminarlo o incluso llegar a la extorsión sexual.

La principal arma de la Kunoichi era la confusión que creaban al recibir un ataque de un agresor ya que se retiraban o agachaban de forma que el agresor sintiera superioridad sobre ella, de esta manera el agresor caía en la trampa y entonces eran agredidos sin que lo hubieran prevenido.

La kunoichi también debía estar dispuesta a morir y a matar a sus hijos si la captura era inminente, ya que los soldados y los samurais se deleitaban con las torturas a los ninjas.